EL ARTE DE CONSTRUIR
“El Arte de Construir”
Por: Rolando J. García R.
(El presente ensayo en un principio estuvo dirigido a personas pertenecientes a la Masonería, pero fue adaptado para que cualquier persona miembro o no de dicha institución pueda entenderlo y aplicarlo como mejor considere)
Se ha dicho que los masones somos los obreros del mundo, que construimos templos a las virtudes y cavamos calabozos a los vicios; que construimos el templo interior, y que con herramientas como el mazo y el cincel trabajamos en la piedra bruta para convertirla en cúbica. Es evidente que todas esas palabras tienen un significado simbólico, que cualquier persona promedio, sea esta masón o profana pudiese entender si se le explica de la forma adecuada.
El nudo de alondra se nos presenta cuando queremos darle una aplicación practica en nuestras vidas a lo que encierra toda esa simbología, y es deber de todo hombre que se llame a si mismo “MASON”, el dársela, de lo contrario no nos diferenciaríamos mucho de las demás organizaciones sin fines de lucro que andan por ahí.
En nuestro análisis, partiremos de un punto, y ese punto será considerar a la masonería como un recipiente depositario de las verdades universales, exotéricas y esotéricas de la humanidad, y del cual podemos extraer y conocer esas leyes divinas que Dios grabo en la conciencia de los hombres, y que nuestro YO SUPERIOR con la ayuda de 2 Ángeles custodios, guardan celosamente de la mera curiosidad de un personalidad indisciplinada (esta alegoría hace referencia a la simbología del Arca de la Alianza)
Para que el MASON inicie la labor de constructor, debe primero conocer lo que va a construir.
Paso 1: elevación
El hombre es un ser que posee algo que llamamos conciencia, la conciencia la podemos definir como “darse cuenta de…”, de que? De lo que sea, la conciencia es como una especie de ascensor, que sube y baja por diferentes niveles de los cuales estamos compuestos; la mayoría de las personas en la actualidad tienen su conciencia en el nivel mas bajo de ellas mismas, dicho nivel se encuentra gobernado por el mundo de los sentidos, el mundo de las formas, de la ilusión, de aquella aparente realidad en la cual nos desenvolvemos día a día. Las conciencias de las personas promedios hoy en día esta tan sumida en el mundo de las formas que difícilmente conciban la existencia de realidades superiores.
El MASON no debe dejarse arrastrar por las ilusiones del mundo de las formas, ya que desde su iniciación adquirió un compromiso con el mismo, el compromiso de ser mejor, y parra ello se le inicia simbólicamente en misterios que a través del trabajo, estudio y la dedicación elevará su conciencia a planos superiores. Es obvio que todos tenemos que trabajar para comer, vestirnos, mantener a nuestras familias, pero sin dejar de cumplir con nuestros deberes profanos (como esposos, hijos, padres, etc) nuestro norte debe ser siempre cumplir con el compromiso adquirido con nosotros mismos.
Paso 2: Visualización
Una vez que se logra la elevación de la conciencia, el Mason es conciente de otra realidad tanto externa como interna, externamente se da cuenta que el mundo que percibe a través de sus sentidos, es mera ilusión gobernada por las leyes del tiempo y el espacio; e internamente percibe que algo le falta, que de algo carece; es conciente de su realidad temporal y atemporal, y comienza ese hermoso proceso de conocerse a si mismo; hasta llegar al punto de intuir que en el habita algo que es perfecto, pero que se manifiesta de forma imperfecta. Es como el escultor que ve una piedra y dentro de ella observa que se encuentra atrapada una hermosa figura; ya sabe lo que debe hacer; quitar lo que sobra….
Paso 3: Quitar lo que Sobra
Una vez que la obra se visualiza, es momento de conocer las herramientas para el trabajo….
Es indispensable para el escultor el saber usar correctamente el cincel y el mazo; somos como esa figura perfecta que se encuentra atrapada dentro de la roca, el escultor son los ojos de esa conciencia que nos hace dar cuenta hacia donde debemos dirigirnos; mientras que el Golpe del mazo sobre el cincel simboliza el método, la Voluntad espiritual que activa la facultad de conocimiento y talla las ideas y a su vez estimula mas el conocimiento de nosotros mismos, con voluntad y la facultad para dirigirla vamos quitando todo aquello que nos sobre y nos pese en nuestro camino de evolución. Ejemplo de todo esto son nuestros vicios, defectos, tabúes, paradigmas que limitan nuestra menara de pensar y sentir; y como nos enfrentamos a eso que nos pesa y que por habernos acompañados por tanto tiempo se ha vuelto ya parte de nosotros.
Muchas veces, para no decir siempre, cuando algo esta mal lo enfrentamos hasta que este bien, y en eso en la vida, en la guerra y hasta en los negocios es valido, pero las personas somos diferentes, nada en la tierra se compara a nosotros, tanto por nuestra capacidad de crear como la de destruir. Cuando en ese proceso de toma de conciencia, nos damos cuenta que tenemos algo que no esta bien, no debemos enfrentarlo, porque la vanidad siempre será vanidad, el egoísmo siempre será egoísmo, son sombras que tenemos en nuestra psiquis y al enfocarnos en ellas las alertamos y en algunos casos las fortalecemos; mientras mas nos resistimos a una fuerza, ésta parece persistir mas y mas, todo es cuestión de enfoque, si sabemos que somos vanidosos, no luchemos contra la vanidad, sino mas bien cultivemos la humildad, si somos egoístas cultivemos la caridad, si somos rencorosos cultivemos el amor; y así el enfoque en una virtud poco a poco va disipando la oscuridad que en nosotros ocupaba su antitesis que es el defecto.
Una vez conocidas las herramientas, es hora de empezar la Gran obra…
Ya somos concientes de lo que nos falta y nos sobra, en teoría sabemos cuales son las herramientas adecuadas para quitarnos los que nos sobra y obtener lo que nos falta; ¿Qué se necesita ahora para empezar a trabajar?
La respuesta es solo una: Valor…
Se necesita ser valiente para el trabajo interno, ya que este implica deshacernos de muchas cosas que cargamos a cuesta desde nuestra infancia e incluso que traemos desde otras vidas, el deshacernos de algo que lleva tiempo con nosotros(sea lo que sea este algo) nos producirá una gran dolor, porque hemos creído erróneamente que eso que llevamos a cuesta, forma parte de nosotros, cuando golpeamos la piedra esta no se queda en silencio, ella cruje de dolor cada vez que es golpeada por el cincel, ese crujir es su llanto, es su dolor; tal cual pasa con nosotros cuando tenemos que desprendernos de algo que creemos parte de nosotros. El solo imaginarnos renunciar a actividades tan simples y mundanas como la bebida, el sexo, o nuestro amor por la riqueza, nos aterra; que será entonces renunciar a nosotros mismos y a la búsqueda egoísta de una felicidad individual por un bien mayor de bienestar colectivo; para eso, hay que tener valor. Recordemos que Bolívar murió hasta con una camisa prestada, en lo personal lo perdió todo, no tubo hijos, entrego sus bienes materiales a su causa, pero con su obra en pro a un bienestar colectivo, alcanzo la gloria.
Sin embargo, es importante destacar y aclarar que cuando decimos “renuncia”, no lo hacemos en el sentido de dejar a un lado las necesidades del día a día, por muy mundanas que estas sean, por algo las tenemos, la renuncia como fin no es necesaria, ni siquiera como medio, no, no es así que funciona, usamos dicha palabra para una mejor comprensión del lector. En realidad es que cuando somos capaces de elevarnos y concebir realidades superiores, simplemente nuestros deseos cambian, y lo que para la gente común es una necesidad, para una persona elevada es un estorbo
Nosotros, masones de ahora, vivimos bajo las sombras de lo logros de grandes hombres que nos precedieron, porque no atrevernos a igualarlos siendo originales; preguntémonos porque estamos aquí….por el verdadero amor a la humanidad y pura identificación a los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad; o por satisfacer la necesidad psicológica de sentirnos parte de algo diferente a lo común.
El miedo es natural, pero tenemos dos opciones; ser cobardes o ser valientes, tanto el cobarde como el valiente sienten miedo, pero uno le huye y el otro lo enfrenta.
Seamos valientes y empecemos de una vez con la batalla mas grande de todas contra el enemigo mas formidable; nosotros mismos.
En los libros, escuelas y universidades esta el conocimiento, pero en nosotros esta esa piedra filosofal que puede convertir ese conocimiento en sabiduría. La nobleza no esta en la Sangre, esta en el alma de cada ser, seamos nobles, valientes y justos; y si no podemos serlo, por lo menos hagamos el intento, que en ese intentar algo aprenderemos. Es esa la labor de un buen constructor.
Soy de Ustedes
atte. Rolando Jesús GArcía